Nueva Zelanda

Un periplo por las mejores playas de Nueva Zelanda.

Mount Maunganui es uno de los rincones más paradisiacos de Nueva Zelanda. Actividades al aire libre, entretención y relajo son parte de la diaria rutina, en una mezcla perfecta como la calidad de vida que disfruta sus habitantes.

Nueva Zelanda está a la misma altura de Chile. A pesar de los miles de kilómetros que nos separan, una vez que arribas al otro lado del mundo, el cambio de idioma y el automático descenso en el nivel de estrés dan la bienvenida a tierras oceánicas. Si nos abstraemos del lenguaje y damos rienda suelta a los sentidos, podemos sentirnos como en casa. 

Con poco más de 4 millones de habitantes, Nueva Zelanda se divide en dos islas.

En la del Norte bordeando el pacífico, esta Mount Maunganui, balneario que, gracias a su agradable clima todo el año, es uno de los preferidos en todo el país. Está ubicado en la ciudad de Tauranga, región de Bay of Plenty.

En esta localidad se combina perfectamente la urbe, la playa y espaciosas áreas verdes que son utilizadas a diario tanto por niños, adultos y gente de la tercera edad, quienes disfrutan a la par de cada uno de los rincones que regala la cuidada de Mount.

El suburbio de Mount Maunganui es famoso por sus atributos naturales y por su historia. El "Monte", como se conoce popularmente al balneario, está ubicado en la parte superior de una gran barra de arena solidificada que conecta a la ciudad con un volcán inactivo, el Mauao. En este cráter el que le da el nombre al balneario y desde su cima se puede ver la inmensidad del océano y el dinámico movimiento de las nubes.

En cualquier lugar donde esté, es posible contemplar su majestuosa presciencia de 232 metros. Altitud que sobresale en el límite de la ciudad y la playa.

La Leyenda del monte

Los Maoríes -Etnia polinésica autóctona de Nueva Zelanda- han popularizado la historia más famosa de la región, que habla del surgimiento del monte. Una montaña sin nombre que vivió sobre el borde del bosque Hautere, era un Pononga (Esclavo) de Otanewainuku, otra gran montaña. Al sudoeste de ambas se encontraba Puwhenua, una colina hermosa, vestida de todos los verdes y finos arbustos del bosque de Tane. El "Esclavo" estaba desesperadamente enamorado de Puwhenua; sin embargo su corazón ya pertenecía a Otanewainuku.

De este modo, las esperanzas para el nombrado monte acabaron por motivarlo a ahogarse en el océano. Una vez en las profundidades acudió a Patupaiarehe brujo con poderes mágicos que moraba en los bosques de Hautere, quien con la ayuda de su magia, unas cuerdas y su canto, comenzó a arrastrarlo hasta asomarse a la luz del día.

El océano se elevó fijando al moribundo monte en aquel lugar. El brujo dio el nombre de "Mauao", a esta montaña, que quiere decir "atrapado por el sol de la mañana". Actualmente el Mauao marca la entrada al puerto de la localidad de Tauranga y, además es un lugar sagrado que domina el paisaje y la orientación de esta zona.

Puertas afuera

Nueva Zelanda es un país donde es habitual hacer deporte. Actualmente, más de un millón de personas goza de las actividades outdoor que ofrece Mount Maunganui.

Escaladas, Jogging y Parapentes son prácticas comunes sobre la montaña, así como el Surf, Windsurfing, Kayak y Pesca son los más usuales deportes acuáticos que se practican en el pacífico. También cientos de personas realizan a diario Rugbi y Vóleibol en las faldas del Mauao. Es más, todos los años en Mount Maunganui se lleva a cabo el campeonato regional de Surf y otros eventos como el Pro Tour de Vóleibol.

Además de su papel como centro de actividades al aire libre, Mauao posee gran importancia cultural, ya que es una reserva histórica de aproximadamente 600 años. Es el punto de nacimiento de manantiales naturales y rebaños de más de 200 ovejas que habitan sin intervención del hombre. Bajo el Monte se encuentran los Hot Salt Water Pools, que son piscinas de aguas calientes, aptas para natación, entrenamiento, aeróbica acuática y relajación. Se puede disfrutar de los baños temperados durante todo un día por pocos dólares.

LA VIDA ES BELLA 

Sorprendente la calidad de vida que hay en el lugar. La vida cotidiana, que por cierto no tiene nada de rutinaria, se inicia muy temprano, pues la geografía de la isla está naturalmente estructurada para que todo comience antes. El sol despierta a las 5 y a eso de las 7 de la mañana todo el mundo ya está de pie, saliendo a sus trabajos, haciendo deporte o desayunando en el downtown, en donde se puede acceder a una variada oferta de cafés.

Al caminar por Maunganui Road, la avenida principal del balneario, es posible apreciar lo unplugged de este lugar. Es usual ver que los zapatos no son parte esencial del vestuario y que la gente ande descalza por las calles, como si las avenidas fueran una extensión de la playa. Y lo son.

En un mismo lugar circulan jóvenes con su tabla de surf baja el brazo, ancianos que avanzan a tranco largo en traje  sport, hombres de negocio que conducen sus autos de lujo y escolares que se trasladan en sus tablas de skate a sus colegios. La pluralidad se respira en el aire en cada una de las personas que le dan vidas al Monte. A pesar de que el suburbio es bastante pequeño, hay espacio para la diversidad que, primero, comienza en casa. Maoríes y kiwis -como se les llama popularmente a los neozelandeses -comparten la isla con europeos, asiáticos y latinos que vienen año a año en busca de nuevas oportunidades.

La mano de obra es muy necesaria en Nueva Zelanda pues, debido a la baja población, el país ofrece puestos de trabajo con sueldos muy rentables a los extranjeros, quienes encantados con la belleza natural y los beneficios de vivir con múltiples comodidades, extienden sus pasantías. Incluso de por vida.

En Mount Maunganui todo queda a la mano. A tan sólo 200 metros de la playa están los centros comerciales, cafés, restaurantes y bares. 

Mount cautiva y enamora. La mezcla entre la urbe y la playa, el trabajo y el placer, motivan a que el día sea mucho más que estudio y trabajo. Los horarios están estructurados de tal modo que permiten que se pueda hacer vida familiar y disfrutar del tiempo libre.

A las 17:00 horas el comercio cierra y se inicia el tiempo para el hogar y esparcimiento.