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Viajando a Florencia

Por los jardines de los Médici
Santa Maria di Fiore (Duomo)
En la Toscana, a orillas del río Arno, encontramos esta joya del renacimiento.
Imprescindible en todo itinerario por las clásicas ciudades europeas, un destino capaz de deleitar tanto al docto como al profano en arte.
Florencia (Firenze): Es una ciudad donde el arte se encuentra por doquier. Florencia entera es como un museo vivo, durante el siglo XIX, por casi 10 años, fue la capital del reino de Italia.
Estatua de Neptuno
Tuvo un humilde comienzo. Nacio como un campamento romano en medio de la campiña toscana, un paisaje dominado por sus suaves lomas, senderos de tierra arbolados y una luminocidad capaz de cautivar al espíritu menos sensible.
Debieron transcurrir más de mil años para que del asentamiento inicial surgiese la atractiva ciudad dedicada a Flora, antigua deidad pagana representada asertadamente por Boticelli en su pintura Primavera, y que por décadas se mantuvo como la sede oficial de la genialidad humana, con pintores, escultores, escritores y arquitectos como habitantes. Entre ellos los Médici.
Los mecenas


















Obelisco traído desde Roma en 1700

El linaje de los Médici es el más marcador para los florentinos.
Esta antigua familia de agricultores que llegaron a convertirse en prósperos banqueros se encuentra estrechamente vinculada al desarrollo de la ciudad. Tan prósperos fueron aquellos tiempos que el florín, la moneda que circulaba entonces en Florencia, fue adoptada por los comerciantes de varios países vecinos como divisa internacional.
Los Médici fueron hábiles diplomáticos y grandes humanistas. Se las ingeniaron para aportar dos papas a la Iglesia Romana y dos reinas a Francia, y sus arcas siempre estuvieron dispuestas a financiar a las letras y a las artes. Un periodo de oro que se inició a mediados del siglo XII, que se prolongó por más de 300 años y que indudablemente constituyo a formar el patrimonio cultural del que miles de turistas disfrutan hoy.
Las residencias de los duques de Médici forman parte del actual patrimonio arquitectónico florentino. La austera fortaleza actualmente conocida como Palazzo Vecchio fue su primera morada. Luego habitaron por largo tiempo en el ahora denominado Palacio Pitti originalmente diseñado por Brunelleschi a mediados del 1400 y posteriormente ampliado por Ammannati.
Esta impresionante construcción estableció un nuevo estilo renacentista y en él se inspiraron los restantes palacios florentinos. 
El Palacio Pitti se ubica en la rivera opuesta del río Arno, teniendo el Duomo como referencia. Para llegar a él es necesario atravesar Ponte Vecchio, el puente más antiguo de Florencia y uno de los símbolos turísticos de la ciudad. Acá, por siglos, se han reunido numerosas tiendas de orfebres y joyerías.
En la parte posterior de Pitti, el arquitecto y escultor italiano Niccoló Pericoli construyó el Giardino di Boboli, un enorme parque que hoy se extiende sobre los 320 mil metros cuadrados a lo largo de la colina de Boboli.
El parque, por generaciones sirvió de escenario para extravagantes fiestas y celebraciones, abrió sus puertas al público en 1776, cuando había cambiado de dueños y pertenecía ya al linaje del Lorena.
El palacio y algunas construcciones de los jardines albergan en la actualidad a varios museos.
Galería Palatina, Galería de Arte Moderno, Galería del Vestuario y el Museo de la Plata, mientras que en los jardines se halla el museo de la porcelana.

 Las Áreas Verdes 
Los Giardino di Boboli son un verde oasis situado en el centro de Florencia. Es un lugar que invita a relajarse, y que permite tomar distancia de la multitud de turistas que recorre la ciudad.
La construcción más emblemática de Florencia: La Catedral de Santa María del Fiore, más conocida como el Duomo.
La magnificencia de la estructura, contrastando con el perfil de la ciudad, permite dimensionar mejor e esfuerzo de Brunelleschi para que su obra rivalizara en grandeza con construcciones similares ubicadas en otras ciudades de Italia: Roma, Pisa y Siena.
Los jardines Boboli forman parte de la historia de Florencia. Visitarlos no solo se justifica para refrescar el recorrido por los clásicos íconos florentino, sino porque después de todo, en su diseño se inspiraron todos los jardines reales de Europa, incluido el prestigioso Versalles.

 
Una de las fuentes de Boboli
 Palacio Vecchio
Palacio Pitti
 Catedral Santa María di Fiore (Duomo)

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