Arica, Chile
Arica
La Perla del Norte de Chile
Iglesia San Marcos de Arica
"LA PUERTA NORTE DE CHILE", "la
perla del nylon", "la ciudad del Puerto Libre", "la reina
del matute", en fin... Arica fue, desde sus inicios, una ciudad
auspiciosa.
Capital fronteriza con dos países, protagonizó un
fuerte intercambio cultural y económico con Perú y Bolivia. La tradición andina
la atraviesa por completo y sin embargo, sus construcciones mezclan a la
perfección la influencia española y limeña.
Como pocas ciudades de nuestro país, en Arica se
puede palpar el pasado. Todo habla de tiempos remotos cuando el éxito y la
abundancia eran sinónimo de esta ciudad. Quizás es una nostalgia por las
glorias anteriores o una voluntad por conservar el patrimonio.
Cuenta la historia de una Arica fértil y pujante,
la Catedral de San Marcos, construcción de estilo gótico prefabricada en
fierro, obra de Gustave Eiffel; el edificio de la Aduana, restaurado y
convertido en Casa de la Cultura; la Estación del Ferrocarril Arica-La Paz, un
hito nacional e histórico, hoy un museo de gran atracción; el Morro, sus plazas
y hasta las palmeras de sus avenidas.
Aunque han pasado 40 años desde que la famosa Junta
de Adelanto promovió la zona y revitalizo el comercio, nadie olvida ese
periodo. Hasta la juventud habla de dicha época y en cada esquina se sienten
los suspiros de añoranza por los tiempos que se fueron.
Esta melancolía es el motor que conserva y da vida
a las construcciones antiguas y mantiene en pie todo lo que representa un
pasado esplendoroso.
Esta ciudad cuida su patrimonio con mayor celo.
Los Lombardy
Los Lombardy son la familia más representativa de
Arica. Hijos y nietos de inmigrantes italianos, hoy los descendientes están
dedicados al comercio, agricultura y servicio. Es una familia que ha sabido
hacer frente a las adversidades apoyada en su propio empeño. Sus miembros
componen un grupo de empresas que ofrece 500 puestos de trabajo y un volumen de
negocios que mueve considerablemente la economía ariqueña.
Los primeros Lombardi llegaron a Tacna en la última
década del 1800. Se instalaron en esa ciudad cuando era territorio chileno.
Allí se emplearon en las minas de azufre y finalmente terminaron siendo socios
de sus propios patrones. En 1952 el abuelo Lombardi compró una hacienda en el
Valle de Azapa y desde esos días la familia se dedica a la producción de
tomates y aceitunas, además de una serie de negocios que tiene en la zona.
Con mil 200 hectáreas de olivos y 400 de tomates,
han logrado una capacidad de gestión empresarial tremenda, sobre todo en un
área donde hay que maximizar los recursos. "Fuimos a Israel y Holanda a
estudiar técnicas de cultivo en desierto y trajimos estos conocimientos, con
resultados óptimos". Raúl Lombardi se explica la dominancia de su familia
en la zona por un asunto histórico; " Es que nuestros bisabuelos llegaron
a la zona casi al mismo tiempo que el ejército chileno y desde el principio
mantuvieron un espíritu emprendedor. Es el que nos sigue inspirando y él se nos
reconoce como familia".
Más Que Historia
Arica está en la desembocadura del valle de Azapa.
Una zona con abundante recurso hídrico y vegetación; caso único en el norte,
pues incluso Perú no cuenta con estas inmejorables características. Esto
contribuyó al temprano asentamiento nativo en el sector, como fueron los
representantes de la cultura Tiahuanaco y Chinchorro.
El Virreinato del Perú fundó en 1565 el
Corregimiento de Arica, con jurisdicción desde Tacna al río Loa, hasta que en
1570 recibió del Rey de España el título de ciudad. Por esta razón, Arica es
considerada la quinta ciudad más antigua del país.
Luego de la Guerra dei Pacífico toda la región pasó
a dominio chileno y en 1913 se inauguró el ferrocarril a La Paz, como uno de
los compromisos con Bolivia luego de terminado el conflicto. Esto convirtió
Anca en el principal acceso a Bolivia.
Reconocida como una zona de tradiciones, adquirió
su actual fisonomía en 1953, cuando el presidente Adolfo Ibáñez la decreto
Puerto Libre, lo que significó un acelerado crecimiento económico y una
consolidación como la puerta norte de Chile.
Cinco años después, el presidente Jorge Alessandri
fundó la Junta de Adelanto, institución única en Chile por el nivel de
autonomía que tenían sus decisiones. Impulsó la remodelación completa de la
ciudad y la incorporación de las regiones altiplánicas al desarrollo económico
y social. En 1964 se creó el barrio industrial, donde se instalaron las
armadurías de automóviles e industrias electrónicas destinadas al mercado
latinoamericano; la población entonces creció, se expandió el diseño
urbanístico y se construyeron los más significativos adelantos: el puerto, el
aeropuerto, la Universidad de Tarapacá y la piscina olímpica.
Además proliferaron los parques y áreas verdes, se
incentivó la pavimentación de calles y construcción de edificios de
departamentos y hoteles.
Edificio de la Aduana, hoy ocupado como Casa de la Cultura.
En el sector de las laderas de los cerros el Sombrero y el
Sagrado se pueden ver geoglifos, petroglifos y pictogramas que las culturas
aborígenes dejaron como señales. Se dice que los hacían como una forma de
señalética, para indicar la presencia de agua y para guiarse mientras pastoreaban
sus animales.
También los hay de tipo ritual.
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