Parque Nacional Hainich Alemania
Una aventura por las copas de los arboles
El Parque Nacional Hainich cuenta
además con 50 kilómetros de ciclovías en dos rutas. A nivel del suelo, claro.
El paisaje cruza huertas con ríos en suaves colinas. También se puede cruzar el
parque en carruaje o trineo. Se cobra por hora y por yunta de caballos. Diez
personas pueden ir en un carruaje y se arriendan en los lugares vecinos al
parque.
Esta novedosa
aventura ecológica se inauguró en la región Turingia, Alemania. Es el
Parque Nacional Hainich, cuya máxima atracción es el Sendero entre las Copas de
los Árboles.
Se trata de un paseo peatonal
construido a poco más de 30 metros de altura, en el corazón de una zona
boscosa, donde los visitantes pueden entrar en contacto directo con un mundo
desconocido. En Hainich no espere encontrar efectos especiales al
estilo Hollywood, aquí todo es ciento por ciento natural. A pesar de que el
lugar fue utilizado como campo de entrenamiento de soldados rusos durante la
Segunda Guerra Mundial, la flora no ha sido tocada por la mano del hombre. De hecho,
es posible encontrar arboles con más de mil años de antigüedad. La idea surgió
en 1997 entre un grupo de estudiantes de la Universidad de Berlín, quienes
vieron nacer y morir en varias oportunidades su proyecto. Para verlo realizado,
fue preciso coordinar las instituciones gubernamentales y empresarios privados
que, en más de una oportunidad renunciaron al desafío.
Para caminar entre las hojas se debe
subir 57 escalones. Allí el follaje se mueve con el viento y casi parece
balancear el sendero. A esta altura ya se puede disfrutar del aroma y palpar la
vegetación. Durante la caminata si tienes suerte podrías apreciar el nacimiento
de un ave en su nido.
Siguiendo por los senderos unos
cuantos escalones más arriba se alcanza un mirador desde donde se obtiene una
visibilidad de hasta 100 kilómetros.
Aquí también se encuentra la
cafetería, se realizan charlas y se venden los infaltables souvenirs .El
recorrido lo puede hacer acompañado por un guía (“ranger“ les dicen aquí ) que
le explicará como las hayas y los tilos se pelean por lugares de luz y contará anécdotas
y chistes con encantador estilos alemán.
El servicio es completamente
gratuito y el tour tarda media hora.
Huéspedes Pequeños
Un viejo proverbio chino dice:
" Cuando tú me lo dices, lo olvido; cuando tú me lo muestras, quizás lo
memorizo; cuando me permites participar, entonces lo tengo presente”. Esta es
la filosofía del Parque Hainich y por lo mismo no extraña que los niños aquí
sean invitados especiales. Para ellos crearon los " senderos de vivencias
", que elevan el paseo a la categoría de aventura. El sendero Silberborn,
por ejemplo, tiene poco más de dos kilómetros y permite conocer de cerca la
fauna del lugar. El sendero Brunstal es una interesante ruta de tres kilómetros
orientada a palpar, oler y oír, poniendo la naturaleza al alcance de la mano.
El Thiemsburg, invita a " sobrevivir en la selva ", sólo con lo que
ella brinda y experimentando durante tres horas el arte de vivir lejos de la
civilización (a esta actividad se accede con reserva y tiene un costo adicional).
Especialmente pensado para la
familias con hijos está el paseo " Lluvia de Colores de Hojas ", que
muestra un paralelo entre el cambio de colores de las hojas en el bosque y las transformaciones
en las personas. Por último, quienes participen en la " Caminata de Noche
" deben llegar a las 20:30, vestirse con botas para el agua, capa y
linterna, para sentir la naturaleza y todos sus habitantes nocturnos.
Existe un área especialmente pensada
para niños con alma de científicos. Es el Bosque del Gato Montés de Niños (WIKAKIWA),
donde, premunidos de martillos y estacas de madera, los chicos se arrastran por
diversas áreas del parque, clavando estacas untadas en valeriana por distintas
zonas. Si tienen suerte, un huraño gato montés recorrerá la zona y sus pelos
quedarán adheridos a las estacas. Luego de unas horas, esta " evidencia
" será retirada cuidadosamente para realizar un test genético.
El análisis dirá si se trata de un
gato montés o de simples gatos silvestres.
Los chicos también podrán explorar
un " Mausoleo ", jugar en el " columpio de nido de pájaros
", participar en búsquedas de tesoros, en talleres de manualidades y
juegos para vivir la naturaleza.
Antes de partir, una sola
advertencia: como estará en el campo, puede resultar difícil encontrar algún
parroquiano que hable inglés (del español, olvídese).
De modo que aparte de ropa
cómoda, lleve un diccionario de bolsillo.
Para pernoctar en todas las villas
alrededor de Hainich existen muchos hoteles sencillos pero confortables y
pensiones de campo atendidas por familias.
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