México

Guadalajara, México

En Jalisco nacieron los símbolos más mexicanos, esos que cautivan y hacen querer al país: los Charros, el Mariachi, y el Tequila.

En Jalisco donde se escucha el buen mariachi, sabe a mole picante y a tortas ahogadas. El estado más mexicano de todos. Charros de grandes sombreros, comidas donde el chile y los sabores picantes abundan, hermosa arquitectura colonial, colorida artesanía y llorones mariachis, son partes del atractivo del estado de Jalisco. Aquí han nacido los más importantes símbolos de la mexicanidad. Las charrerías, esas demostraciones de destreza con lazo arriba del caballo, y el tequila un verdadero legado histórico y cultural.

Ubicado en la parte occidental de México, Jalisco tiene a Guadalajara como su capital y ciudad principal una urbe de más de 1.495 millones de habitantes que, a pesar de su gran tamaño, aún respira un aire provinciano. Aquí casi no existen edificios de altura y su vida dista mucho del caos vial y delictivo que se percibe en el D.F.

Su centro histórico, es quizás su más poderoso imán. Viejísimas construcciones dan cuenta de un pasado de riqueza y devoción, y pueden ser visitadas en una mañana, en una agradable caminata o arriba de calandrias o victorias o de modernos buses turísticos de dos pisos.

La catedral, levantada entre 1561 y 1618, posee varios estilos arquitectónicos, aunque es el neoclásico que predomina. Tiene dos torres revestidas de azulejos, símbolos de la ciudad que de noche se iluminan con espectacularidad.

En un radio de pocos metros es posible visitar el Palacio de Gobierno, de mediados del siglo XVII, en cuyo interior se encuentran murales del famoso pintor José Clemente Orozco, gran amigo de Pablo Neruda (Premio Nobel de Literatura, chileno). Palacio Municipal, con sus corredores y portales arqueados, también destacan con sus murales que representan la fundación de la ciudad, trazados por Gabriel Flores, destacado pintor que falleció en 1943.

Una mezcla de edificios coloniales, modernos locales comerciales, centros joyeros, cientos de esculturas y monumentos, es algo común prácticamente en toda la ciudad: amplios espacios libres donde sentarse o caminar, van abriéndose paso en las nueve manzanas de la plaza Tapatía.

Tres Barrios: No solo el centro de Guadalajara tiene atractivos. Varios barrios del área metropolitana de gran interés turístico. Zapopan, por ejemplo tiene vida propia. Un barrio de un millón de habitantes, llenos de bares y restaurantes, que tiene más alma devota que pagana. Hasta su hermosa basílica de la Virgen de Zapopan construida en 1691, llegan cada 12 de Octubre miles de peregrinos de todo el país a rendir honores a la patrona de Guadalajara. De 1734 se realiza esta romería, orientada a que la virgen proteja a su pueblo de pestes, rayos y tempestades.

La fiesta se prepara con tiempo, desde el 20 de Mayo, la virgen, cuya imagen de 34 cms permanece en el templo, comienza a peregrinar visitando diversas iglesias en la ciudad. Finalmente el 12 de Octubre regresa a la basílica de Zapopan. Junto al templo está el museo de Arte Huichol, con artesanías de diversos grupos étnicos.

Tlaquepaque, otra zona de Guadalajara es conocida como el principal centro artesanal del país.

A un par de horas

Jalisco tiene mucho para mostrar. Una de las rutas más atractivas para el turismo es la llamada Pueblos Mágicos. Se trata de sitios que conservan aún sus viejas tradiciones y peculiar arquitectura. Tapalpa y Mazamitla son dos claros ejemplos.

Tapalpa, un pueblecito enmarcado por valles y bosques, es sitio recurrente para los habitantes de Guadalajara que buscan un par de días de descanso. Sus casas de tejas de barro, puertas y ventanas de madera y calles empedradas son el exacto prototipo de la provincia mexicana. Aquí destacan la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe con su torre, el templo de San Antonio, del siglo XVII, y el de La Merced, de 1859. A unos minutos de acá están Las Piedrotas, conjunto de enormes rocas cuya distribución es un enigma. Mazamitla es un tranquilo poblado rodeado de hermosos bosques en la sierra y que son un gran  gancho para excursiones y paseos. Su plaza principal alberga el ecléctico templo de San Cristóbal y un sinnúmero de tiendas de artesanías y restaurantes